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con la gente el hecho de estudiar en una institución educativa certificada por
el ICONTEC, es causar la impresión de que la actividad académica esta siendo
desarrollada en uno de los mejores planteles educativos de la ciudad, con los
mejores docentes, la mejor planta física, en fin, cantidad de avances y mejoras
que no son propias de una institución educativa regular.
No
podemos decir lo contrario, la I.E.T Nuestra Señora de Fátima posee un grupo de
docentes altamente capacitados en diferentes áreas del conocimiento, además de
una planta física bastante amplia en la cual se pueden desarrollar cantidad de
actividades, es mas, posee tres “salones inteligentes” aunque ese ya es otro asunto.
Al
finalizar el año 2011 en una de las últimas reuniones de padres de familia, cuando
ya estaba casi lista la cotización para el presupuesto del año siguiente, el
rector de la institución, Subteniente Edison Duque Valencia, hizo un anuncio
casi finalizando el acto, se trataba de la remodelación TOTAL del teatro o aula máxima
de la institución. Se presentaron dos reacciones, la primera fue un sentimiento
de felicidad ya que un nuevo teatro le daría un aire renovado a la institución
que podría ser benéfico para todos, y la segunda fue un cuestionamiento bastante
particular, la gente mencionaba algo como: “si le hicieron un costoso
mantenimiento a las sillas este año, ¿Por qué no gastar ese dinero en otra cosa?”
Con
respecto a la consideración anterior, es fácil pensar que la segunda opción
podría ser más acertada, pero ¿a quien no le gustaría un nuevo teatro con más
comodidades? De todas maneras tratar de
dar una opinión contraria a la remodelación seria una idea vana, ya que por lo
general se escucha siempre solo la voz de los directivos y una consideración diferente para ellos es casi una falta de respeto, pero como dije anteriormente eso ya es
otro asunto.
Empezó
el año 2012 y con él la tan esperada remodelación. Todo se veía muy bien,
cambiaron el piso de todo el teatro, pintaron las paredes, pusieron una baranda
en las escaleras que se dirigen a la coordinación financiera, y quitaron la “media
torta” que estaba ubicada al frente de la tarima; luego de esa transformación
los trabajadores abandonaron la
institución y ahí finalizó la obra. Nos preguntamos ¿las sillas? ¿Dónde se sentaran los
estudiantes?
Hasta
el día de hoy 16 de junio de 2012 no se sabe. En cada acto cultural los
estudiantes tienen como puesto una baldosa de las tantas del teatro, y cuando
hay reunión de padres , se instalan unas sillas de color negro de acuerdo al
número de asistentes las cuales se retiran en el mismo instante en el que
estos abandonan el recinto.
El
hecho de sentarse en el piso genera cierto disgusto entre la población
estudiantil, cuando las estudiantes se presentan en uniforme de diario es
supremamente incomodo sentarse en ese piso ya que por lo general es frio, pero
aún mas molesto es el hecho de sentarse en un piso sucio.
Nuestro
rector sigue totalmente satisfecho al haber logrado tal “avance” pero como él
no es el que se sienta en un piso frio y sucio no se da cuenta de que nos
sentíamos mejor en el teatro, antes de la remodelación. Seguiremos esperando el día
que lleguen las sillas, más o menos en el año 2014, ya que el presupuesto de la institución
fue recortado por la remodelación de los salones de los grados octavos que
ahora son “aulas inteligentes”; por el momento trataremos de buscar alguna
alternativa.
Para
finalizar, queda tan solo una duda ¿que pasara cuando entre la semana cultural
y vengan estudiantes de otros colegios?