domingo, 26 de agosto de 2012

MÁS LIMPIOS


Entrar a un salón de clase cada vez se vuelve una tarea más complicada, lo digo porque al transcurrir las horas aumenta el olor… ¿el olor? Como es posible que estudiantes entre 15 y 17 años no entiendan que al hacer ejercicio sudan, y más en una temperatura tan elevada como la del barrio Picaleña.

Es casi infernal el olor que en las aulas se encierra, mas de 12 jóvenes bañados en el natural líquido que por lo general se convierte en una molestia para más de uno, incluyendo por supuesto a los docentes.
Es un problema casi diario, no importa el uniforme, la hora, el sol, ¡NADA! Para ellos es tan simple como sacar el balón y salir a correr, llegar, secarse con una camisa más sucia que la que llevan puesta, “vestirse” y sentarse a atender clase mientras los demás nos aguantamos la pestilencia.

La considero una actitud de muy mal gusto, una falta de respeto, recibir clase de esa forma da a entender que no importa mucho el bienestar de los compañeros, además representa prepotencia y cinismo, el cual vemos en la forma de reaccionar ante comentarios de los compañeros frente al olor, que por obvias razones no pueden ser positivos.

Soluciones para eliminar esta problemática: ninguna. Esto va en contra de la “ética” de los estudiantes, no jugar; los docentes lo único que pueden hacer es regañar y hacer registros que por lo general son muy vanos. Quizás podría ser cínico el comentario pero una jornada de “como asearse” podría ser esencial para algunos, que después de “viejos”, no han entendido como hacerlo.


Dalila Andrea Henao.

MAL EDUCADOS!


El pasado jueves 23 de Agosto, se llevó a cabo en nuestra Institución el “PRIMER CIRCUITO DE DANZAS EN PAREJAS FESTICULTURA”, donde contamos con la participación de los siguientes países extranjeros y sus parejas de baile: Ecuador, Argentina ,Venezuela , Perú , México, Brasil y Chile .

Estas parejas nos brindaron un gran espectáculo y la inimaginable oportunidad de conocer un poco la cultura de sus países, lo cual resultó bastante interesante. Estamos acostumbrados a disfrutar del folclor Colombiano, danzas como el mapale,  la cumbia, el joropo, contrabandista entre otras; tantas autóctonas de las regiones de nuestro país, ligadas a los trajes complementarios de las distintas regiones. En esta oportunidad percibimos nuevos ritmos y vestuarios incierta y totalmente desconocidos para nosotros.

Al parecer, para la gran mayoría de asistentes al evento (me refiero más específicamente a  los estudiantes) les fue indiferente; En ese instante irrumpió en mí la tristeza y mucha vergüenza ajena al observar que la gran mayoría de  tiempo se la pasaron hablando, hablando y hablando. Concluida la presentación de cada pareja eran muy pocos los aplausos, cada vez se escuchaban menos aun después  de la repetitiva frase del presentador del evento “un gran aplauso para nuestros bailarines, no se escucha”.  ¡Sí! Queda claro que fueron tan maleducados e insensibles que  ni siquiera pidiendo un aplauso lo otorgaron…
Los alumnos no se dan cuenta del monumental y desmedido esfuerzo que implica preparar un baile, los  extensos e interminables ensayos, la búsqueda de la estética y el grande esfuerzo para  salir de su paraje y llegar hasta nuestra ciudad, a nuestra institución, a nosotros los directamente beneficiados, para finalmente no recibir ni siquiera  la más diminuta muestra de agradecimiento, admiración y respeto por parte de los espectadores. El aplauso, es aquel que para ellos lo es todo, porque representa el pago a su esfuerzo y  poner lo mejor de sí mismos….

Qué triste saber que se lo merecen, lo hicieron muy bien, reflejaron su dedicación, amor y pasión por lo que hacen, pero esto no fue recompensado.

Hay un gran monstruo que invade a nuestros niños y jóvenes, que cada día es más acogido entre nosotros, con el pasar del tiempo es más fuerte… “la mala educación”. Debemos empezar a trabajar contra ésta aplicando los valores fundamentales de convivencia, el respeto, la discreción, la honestidad, la sensibilidad, la decencia, la empatía, la bondad, la gratitud, dar valor a las cosas, entre otras tantas… no vaya a ser que este fenómeno se haga más fuerte hasta el fatal punto de invadirnos y exterminarnos totalmente dejándonos no ser buenas personas.


Maria Alejandra Reyes.

lunes, 20 de agosto de 2012

SIN CLASES, SIN TEMAS


Esta bien esta bien, supongo que por el titulo imaginaran el tema de mi columna, y sé que éste  puede parecer trillado pero ¡no hay de otra!.. Quizás como siempre y como en cualquiera, mi colegio esta  lleno de complejidades, errores y obviamente cosas buenas de las que desafortunadamente no estamos disfrutando debido a un problema gigantesco que, si han leído constantemente ya lo saben, perdemos DEMASIADAS HORAS DE CLASE!.

En esta oportunidad no criticaré  tal hecho, de esto ya se han encargado varios de mis compañeros, esta vez me inclinaré hacia una de las consecuencias de las que me veo, (y mi grupo de compañeros periodistas también) muy perjudicada, definitivamente faltamos tanto al colegio que no tenemos temas para escribir; en muy lógico, si no vamos no nos enteramos de nada y por tal razón no hay que escribir… llegue a esta conclusión el día en el que la directora del periódico me pregunto el tema de mi columna, sinceramente no tenia ni la menor idea y de ahí surgió la inspiración que me trajo hasta aquí, a mostrar esa parte que directa o indirectamente nos afecta ¡y en que manera!.

Llevando un orden de ideas iríamos de la siguiente forma, somos directos afectados cuando no encontramos de que escribir, cuando tenemos tres horas de las cuales dos son libres, cuando por periodo vemos tres clases de física, cuando nos atrasamos tanto en la materia que nos toca quedarnos por la tarde a seguir estudiando, y somos indirectamente afectados cuando no vamos al colegio y pagamos el mismo transporte, cuando perdemos el hilo de la temática, cuando pagamos la misma pensión… en fin somos los mas afectados! Porque además, nadie da razón de nada.

Es una situación alarmante, hasta los menos juiciosos del salón alegan cuando no hay clase, estamos tremendamente preocupados, queremos aprender, queremos salir bien en una prueba ICFES, queremos tantas cosas!  Personalmente me siento defraudada, ultrajada, estafada, despojada y puedo seguir y seguir pero la idea al parecer esta clara.

A simple vista los docentes parecen preocupados, pero me parece una actitud tan vaga de algunos que por lo general se alegran con este tipo de noticias, sus motivos no están claros, uno pregunta y ellos callan… les pagan igual, tendrán el mismo conocimiento, sin ofender a algunos que por el contrario demuestran preocupación que falta de ética, si por ajenidades siente felicidad por lo menos disimúlenla ya que esto  puede generar algunas discordias con nosotros, los interesados en aprender.


Dalila Andrea Henao.

sábado, 18 de agosto de 2012

¿REALMENTE LES IMPORTAMOS?


Me encontraba el viernes 17 de Agosto en el salón de clases hablando con mi compañera y amiga Alejandra Tigreros, de repente interviene la estudiante Jennifer Murillo, realizando la siguiente encuesta: ¿Cuál será su profesión?  

Afortunadamente mi compañera y yo respondimos sin vacilación y mucha certeza, luego de nosotras se hizo la misma pregunta a otros compañeros y fue preocupante escuchar un “no sé”, y en algunos, al mismo tiempo observar en su rostro la incertidumbre y penumbra reflejada en sus gestos al saber que estamos a un año y medio de salir del colegio y no saben qué hacer con sus vidas….

Tal vez para mí es fácil, porque e indagado entre los temas y profesiones que me llaman la atención, que me gustan y se ajustan un poco a mis saberes y todos estos detalles; hasta el momento creo saber y tener claro que quiero ser, pero así como para mí no resulta muy complicado, por el contrario  para otros pudiera ser  lo más preocupante e incierto. Independientemente de cuál sea el motivo, allí es donde debería entrar al rescate el “COLEGIO”, desde luego con charlas de vocación profesional y exámenes que nos sirvan como guía para saber en qué somos buenos y cuales serian nuestras mejores opciones, pero nada.

Ya estamos a más de la mitad del año escolar, y no se nos ha ni siquiera insinuado algo, una mínima cosa acerca del tema. Debo mencionar que en el presente año recibimos la visita de un joven (aunque no recuerdo muy bien su nombre),  el cual según nos dijeron, nos dictó una charla de vocación profesional, en esta nos contó su trágica historia de andar de profesión en profesión, desde estar en la universidad hasta llegar a realizar curso de policía para terminar finalmente en el  CTI. Allí nos dio algunos consejos y ya, eso fue todo. 

A mi parecer ese acto no fue precisamente una charla de vocación profesional, ya que éstas (se supone), las dictan personas capacitadas y estudiadas en el tema, y no quiero desprestigiar al joven pero simplemente es la realidad.
Entonces allí es donde puedo decir que finalmente y hasta el momento, el colegio no nos ha brindado el apoyo en cuanto a este tema que resulta bastante importante para nosotros los estudiantes, que en un año y medio estaremos partiendo de la institución en busca de un futuro incierto, de grandes oportunidades de poder tener una calidad de vida satisfactoria, y ser grandes profesionales, no de tener un triste  e inesperado fracaso.



Maria Alejandra Reyes.

domingo, 12 de agosto de 2012

¡QUE RIDICULEZ!


Como la mayoría, esta columna es un grito de inconformismo, no aceptación y repudio frente a una de las muchas conductas aparentemente correctas de nuestra institución.

En esta ocasión, nos encontrábamos reunidos como naturalmente lo hacemos en nuestro salón de clases, era viernes y esperábamos con ansias un largo fin de semana: sábado, domingo y además nos darían el lunes libre debido a que los profesores no asistirían al colegio. Siendo las once de la mañana ingresó el docente Aníbal Montealegre anunciando que los grados novenos, décimo y once debían asistir a la institución; todos, desilusionados como nunca, no podíamos hacer otra cosa que aceptar. Nadie nunca nos dijo si debíamos llevar útiles o algunos cuadernos, así que efectivamente el lunes llegamos a nuestro salón de clase (no todos) y ¡qué sorpresa! Fue menos de la mitad de los tres grados, y sólo unos cuantos docentes nos acompañarían.

Nunca diría que los docentes acompañantes no eran calificados, simplemente no tienen ningún conocimiento de cómo dirigir grupos y prepararlos para el examen del ICFES, actividades como ver películas (que no tenían nada que ofrecer con respecto al examen), leer noticias sobre los juegos olímpicos y formular preguntas que por mas malas que fueran valían, no tuvo ningún sentido y por lógica no contribuyó en ningún aspecto a mejorar nuestro desempeño en la importante prueba.

¿Cuál era el problema, en permitir un día de merecido descanso? ; omitiendo el hecho de que asistimos a “nada” ¿Qué paso con los estudiantes que asistieron? ¿Y que con los que no?

Es totalmente injusto que haya pasado por alto. Hice estos cuestionamientos a algunos funcionarios los cuales respondieron que se darían algunos correctivos a los inasistentes pero los llamados correctivos nunca llegaron, y todos aquellos que en acto de obediencia y responsabilidad asistimos quedamos además de decepcionados, defraudados y en ridículo…. ¿Ridículo? Sí, ¡Ridículo!

Porque aun sabiendo (algunos) que no habría actividad académica alguna asistimos, teniendo la posibilidad, como lo hicieron algunos compañeros, de quedarnos en casa descansando.
Bueno, ya asistimos, y perdimos nuestro tiempo. ¿Es eso calidad? No lo creo… pero lo que sí creo es que cada vez que anuncien actividades como esta, no asistiremos, no por rebeldía, por escarmiento.



Dalila Andrea Henao

¡QUE INCERTIDUMBRE!


Me encontraba el pasado Miércoles 08 de Agosto en horas de la noche, realizando las habituales tareas diarias en mi computador, repentinamente recibí un alterado mensaje en el cual estaba consignada la siguiente información:”Amigos nota de última hora, mañana todos tienen que llevar modem y computador portátil, tenemos unas pruebas en línea, por favor el que vea esta nota riegue el chisme”

Surgió en mí inicialmente la sensación de preocupación, puesto que no tengo computador portátil  y menos un modem, e impotencia al saber que ya eran casi las 10 de la noche y era imposible conseguirlo de alguna manera. Así mismo  broto la inconformidad a su ves el siguiente interrogante: ¿por qué siempre todo es a última hora?  y la respuesta a esto es: sálvese y responda el que pueda.

Llega el incierto jueves y desde la segunda hora de clase se empiezan a retirar estudiantes en grupos de 5, y así cada 15 o 20 minutos. A mitad de la tercera hora de clase llegó mi turno, los últimos 6 estudiantes nos dirigimos a la biblioteca y se nos asignó afortunadamente un computador portátil (siii!!!).
Los portátiles que fueron donados al  principio de año por el gobierno al fin los estrenamos, el problema inició cuando  íbamos a ingresar a la página, pues la señal de internet no era nada eficiente y fue muy demorado; pero esto no es lo peor,  les explicaré el mecanismo de la evaluación:
se debían responder 162 preguntas en 150 minutos (hasta hay suena satisfactorio e interesante) pero  lo realmente preocupante y agobiante fue responder una pregunta y tener que esperar alrededor de medio minuto o más para que la siguiente cargara, teniendo en cuenta que el tiempo seguía corriendo. Además a esto, sumarle la desapacible presión por parte de los coordinadores de la actividad  de los cuales pude deducir, solo les interesaba que respondiéramos rápido para poder ceder el computador a algún estudiante del otro décimo.

Esta prueba resulta muy importante para nosotros, pues no ayuda a comprender y entender un poco lo que será la prueba ICFECS  el siguiente año. Sin embargo se puede pensar que siendo esta una actividad realmente importante ¿por qué no se planificó y organizó como ella lo amerita?

Se debía avisar a nosotros lo estudiantes con anticipación , revisar la red de internet, y al mismo tiempo evaluarla para poder saber si ésta llegaría a satisfacer  nuestra necesidad en  aquel momento; no se imaginan lo agobiante que es esforzarse por responder cada pregunta acertadamente para obtener los mejores resultados y que la red de internet este en nuestra contra; saber que el tiempo corría y no podíamos hacer nada más que esperar, era sumamente desesperante, y los coordinadores no imaginan los desastrosos pensamientos que rondaban mi cabeza cada que repetían “ respondan eso rápido para que sigan sus compañeros, muévanle” 

A ellos les interesa solo eso, quedar ellos bien porque cada estudiante pudo presentar el examen; ¿no se supone que es realmente importante los resultados?, allí reflejamos realmente todo lo que sabemos, sinceramente no me cabe en la cabeza que su preocupación enfatizara en ese detalle, entonces pregunto ¿por qué no se alistaron y previeron todas las situaciones positivas o por el contrario negativas  que esta actividad conlleva?

Ahora gracias a su irresponsabilidad somos nosotros los estudiantes los que debemos pagar las consecuencias reflejadas, por supuesto en los muy infames resultados de esta actividad. Independientemente de que no alcanzaran los computadores, nosotros teníamos el derecho de abarcar los 150 minutos para responder con calma y certeza cada pregunta sin que nos estuvieran repitiendo la misma frase, e interrumpiendo como lo supieron hacer varias veces para poder leer y entender cada texto. Además es muy importante gozar de un ambiente silencioso y obviamente muy calmado, puesto que debemos concentrarnos totalmente en la lectura.

Finalmente solo logré responder 40 preguntas ¡sí 40 de 162!, tal vez hubiera alcanzado a responder 3 o 4 más si el internet no se hubiera caído y hubiera demorado más de 15 minutos en regresar, los mismos que pude observar en la pantalla del computador antes del aviso “NO HAY CONEXION  A UNA RED DE INTERNET” .

Maria Alejandra Reyes 

martes, 7 de agosto de 2012

CUANDO UNO SABE, SABE!


“Me parece que los planes de mejoramiento son un gasto exagerado de papel, y además de eso, los estudiantes pasan la materia sin secuelas, ellos deberían sentir que lo que hacen es incorrecto y por consiguiente hay consecuencias”.

En un principio, esta columna iba a empezar como una descarga de inconformismo frente a la posición adoptada por un docente de la institución, el profesor Fernando Daza, (él autorizó la publicación de su nombre manifestando que no tenia problema con eso),  el cual llegó a clase el día martes 31 de julio del presente año, como de costumbre saludó y enseguida llamó a los estudiantes que debían recuperar el segundo periodo, nosotros, los que no recuperábamos simplemente: “hagan lo que quieran, gracias a sus compañeros perderemos esta y la próxima clase ya que no hay un espacio específico en el cual ellos paguen el precio de perder una asignatura”

Pensé que este comportamiento era respuesta de un resentimiento generado por el hecho de que los profesores (y todos nosotros) nunca son escuchados y por tal razón nosotros, los estudiantes, seriamos los perjudicados y perderíamos clase. Pero, no podía quedarme con mi punto de vista, así que en una animada plática con el docente logre entender su percepción y la comparto completamente.

El modelo del plan de mejoramiento “mejorado” sería el siguiente:

Empezaríamos con un tutor que acompañaría al alumno en su proceso de aprendizaje a realizar los respectivos trabajos, el tutor debe tener algún tipo de remuneración por parte del estudiante, el cual puede escoger como guía algún alumno destacado, el plan de mejoramiento debería ser desarrollado en su totalidad en el plantel educativo y en jornada contraria a la normal no siendo para el resto de estudiantes un perjuicio. Terminando con el proceso, el estudiante además de haber aprendido, ha estudiado y la única tarea del docente al final seria evaluar.

Luego de esta información, aunque completa, no estaba del todo satisfecha; ya que siendo nuestro caso el hecho de no ser escuchados, las represalias no podrían perjudicarnos, lo correcto por parte del docente es realizar actividades para que los estudiantes realicen mientras los “reprobantes” recuperan su materia; pero Daza no lo hizo, simplemente se centró en los que reprobaron y el resto, como dije anteriormente, “hagan lo que quieran”. En medio de la charla mencioné este aspecto, le pregunte el por qué de no dejar actividades mientras otros recuperan, él, me explicó con mucha propiedad sabiendo exactamente cuál era el motivo de cada una de sus actitudes:

“lo he hecho, en grados onces eso es lo que hago por lo general, porque en ellos puedo implementar pruebas icfes, pero si yo le dejo una guía de trabajo al grado décimo, cuando la esté socializando, aquellos que no la hicieron quedaran perdidos, en cualquier caso hay una desventaja”

Es una de las posiciones más coherentes que he escuchado, por esto quería compartirla, el hecho de sesgar a alguien solo por una actitud no es correcto, por eso hay que entender el porqué de las cosas, y en este caso Daza pasó de ser juzgado a ser admirado.



Dalila Andrea Henao

APROVECHAR LOS RECURSOS

Nuestra última visita al tan anunciado y esperado Gimnasio de la institución educativa técnica Nusefa tristemente fue  el pasado martes 29 de Mayo durante el segundo periodo la totalidad de las clases dictadas por la patrullera Paola precisaron en este recinto lo cual resulto muy agradable tanto para los estudiantes como para la docente puesto que estas se llevaban a cabo amenamente.

Con el ajuste de horarios por la re certificación y todo lo que este proceso conlleva el docente asignado para la clase de educación física fue el profesor Ricardo Núñez Desde entonces el Gimnasio desapareció en el mapa de los recursos educativos es triste ver como este paso al olvido sabiendo que este que cuenta con buenos implementos y a nuestra edad resulta muy saludable e interesante la practica en estos como todos sabemos queremos vernos y estar siempre en forma.

El profesor Núñez debería aprovechar de este recurso no digo que llevemos a cabo todas las clases en este espacio pero si algunas, pues este está completamente disponible única y exclusivamente para los estudiantes de los grados decimos y onces que hayan cancelo en su matrícula  club deportivo las llaves las dispone la patrullera Paola o el rector encargado y debe ser usado únicamente  bajo supervisión de un docente  o instructor.

Este es un gran avance para el colegio que nos beneficia directamente a nosotros debemos aprovechar estos recursos  pues no todos los colegios cuentan con un gimnasio dotado de buenos aparatos no dejemos que estén a la deriva y menos en el olvido exijamos el uso de estos puesto que la totalidad de los estudiantes muestra actitud de interés hacia este espacio.