El pasado viernes 5 de octubre iniciaron nuestras tan esperadas,
anheladas y cortas vacaciones, la víspera de estas algo inusual, nuestro
comportamiento no era realmente emotivo para ser sincera no parecía que en unas
cuantas horas degustaríamos la grata sensación de disfrutar 10 días de “descanso”,
sin las agotadoras madrugadas, las infinitas tareas, las inevitables
trasnochadas entre otras cosas la respuesta a este comportamiento el cual dejo
asombro en algunos docentes obviamente se encontraba postrada en nuestro
interior ….
La cantidad de tareas y trabajos asignados por nuestros
profesores era algo inédito, lo cual causo rabia y resignación, pensar en talleres de filosofía, ética, economía sin
contar que estos contenían carteleras, juegos recreativos, talleres de
contabilidad, leer un libro, interminables ejercicios de trigonometría entre
otras son las largas contiendas que debemos enfrenta en esta semana, sin poder
hacer nada al respecto simplemente resignarse y cumplir con cada una de ellas.
Es triste pensar que muchos tendrán planeado viajar ,
conocer y finalmente disfrutar estas vacaciones pero que por la gran cantidad de tareas es realmente imposible,
llegar al punto de tener que enfrentar un gran conflicto personal…¿ viajar y
descansar o interminables tareas ? donde por supuesto las interminables tareas tendrán
mucho más valor no querremos también echar
a perder las vacaciones de Diciembre , este periodo es muy corto y hasta el más
pequeño detalle es calificable así ¿Cómo no cumplir con las tareas? .
Independientemente de este aspecto nosotros también nos
agotamos no es fácil levantarse día a día a las 4:30 de la mañana, tener una
jornada de 7 horas de clases, en mi caso llegar a almorzar a las 2:50 y a las
patadas pues a las tres ya debo estar en mi lugar de laborar ¡sí! Donde llevo a
cabo mi práctica empresarial, pasar 3 horas frente a la organización de grandes
cantidades de papeles y documentos, salir a las 6 de la tarde corriendo a casa a
preparar cuadernos y tareas para el día
siguiente lo más común terminarlas entre
las 10:30 y 11:00 de la noche, teniendo en cuenta que al menos una vez cada semana debemos trasnochar acostándonos
en promedio 1:30 de la madrugada para empezar común y corriente horas más
tardes la misma rutina día a día .surge la pregunta ¿nos merecemos un “descanso”
pero uno de verdad en donde solo nos preocupe disfrutar , relajarnos y descansar?
Por supuesto que sí, no solo lo pienso yo también mis compañeros y familiares pero
¿de qué sirve si no lo piensan así nuestros profesores…?
Maria Alejandra Reyes
Maria Alejandra Reyes
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