domingo, 12 de agosto de 2012

¡QUE RIDICULEZ!


Como la mayoría, esta columna es un grito de inconformismo, no aceptación y repudio frente a una de las muchas conductas aparentemente correctas de nuestra institución.

En esta ocasión, nos encontrábamos reunidos como naturalmente lo hacemos en nuestro salón de clases, era viernes y esperábamos con ansias un largo fin de semana: sábado, domingo y además nos darían el lunes libre debido a que los profesores no asistirían al colegio. Siendo las once de la mañana ingresó el docente Aníbal Montealegre anunciando que los grados novenos, décimo y once debían asistir a la institución; todos, desilusionados como nunca, no podíamos hacer otra cosa que aceptar. Nadie nunca nos dijo si debíamos llevar útiles o algunos cuadernos, así que efectivamente el lunes llegamos a nuestro salón de clase (no todos) y ¡qué sorpresa! Fue menos de la mitad de los tres grados, y sólo unos cuantos docentes nos acompañarían.

Nunca diría que los docentes acompañantes no eran calificados, simplemente no tienen ningún conocimiento de cómo dirigir grupos y prepararlos para el examen del ICFES, actividades como ver películas (que no tenían nada que ofrecer con respecto al examen), leer noticias sobre los juegos olímpicos y formular preguntas que por mas malas que fueran valían, no tuvo ningún sentido y por lógica no contribuyó en ningún aspecto a mejorar nuestro desempeño en la importante prueba.

¿Cuál era el problema, en permitir un día de merecido descanso? ; omitiendo el hecho de que asistimos a “nada” ¿Qué paso con los estudiantes que asistieron? ¿Y que con los que no?

Es totalmente injusto que haya pasado por alto. Hice estos cuestionamientos a algunos funcionarios los cuales respondieron que se darían algunos correctivos a los inasistentes pero los llamados correctivos nunca llegaron, y todos aquellos que en acto de obediencia y responsabilidad asistimos quedamos además de decepcionados, defraudados y en ridículo…. ¿Ridículo? Sí, ¡Ridículo!

Porque aun sabiendo (algunos) que no habría actividad académica alguna asistimos, teniendo la posibilidad, como lo hicieron algunos compañeros, de quedarnos en casa descansando.
Bueno, ya asistimos, y perdimos nuestro tiempo. ¿Es eso calidad? No lo creo… pero lo que sí creo es que cada vez que anuncien actividades como esta, no asistiremos, no por rebeldía, por escarmiento.



Dalila Andrea Henao

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